sábado, 20 de febrero de 2021

Minerva desvistiéndose, Lavinia Fontana, 1613


Lavinia Fontana (1552-1614) fue una pintora reconocida a nivel internacional durante toda su vida, nacida en Bolonia, llegó a tener un taller propio y recibió encargos de las familias más poderosas del momento. 
El cuadro que nos ocupa quizás sea el primer desnudo femenino realizado por una mujer del que se tiene constancia dentro de la Historia del Arte. Si bien sabemos de muchas mujeres artistas a lo largo de la Historia, los temas que habitualmente se les permitía representar en esta época en concreto -siglo XVII- eran los bodegones y los paisajes... los considerados menores en la época. Sin embargo Fontana aquí nos muestra un género poco habitual para una mujer: el desnudo femenino. Las mujeres de la época tenían muy complicada la asistencia a clases de anatomía y en caso de poder asistir, allí tendrían que mezclarse con otros muchachos poniendo en grave riesgo la honorabilidad de la mujer -algo que aunque suene ridículo en nuestros días, en la época podía suponer un problema tremendo-. 
En la Minerva desvistiéndose de Fontana nos encontramos una pieza de calidad excepcional en su factura, pues está sabiamente compuesta y el cuerpo representado bien proporcionado según los cánones estéticos de la época  

Por otro lado, la diosa representada es algo diferente en su iconografía. Minerva era la diosa de las artes, la sabiduría y de la guerra. Una diosa virgen que rechazó el matrimonio desde el primer momento, y que presenta una dualidad muy interesante: es la diosa protectora de las Artes pero también protege el arte de la Guerra. Y por ser esto así normalmente era representada vestida con armadura y casco y en una actitud casi siempre severa. Sin embargo Lavinia escoge un momento diferente, la diosa se ha quitado la armadura, la lanza ha quedado fuera y parece que está a punto de ponerse un vestido. Por detrás de ella un niño juega con el casco. 

Aquí vemos -quizás- una suerte de metamorfosis, la diosa de las Artes -y de la Guerra- se transforma ahora en la diosa del amor, una Venus. No podemos estar seguros de esta interpretación pero quizás Lavinia nos muestra en este desnudo la dualidad que ella misma como mujer del siglo XVII, debe mantener. Yo lo veo como un retrato tripe: la representada es Minerva, es Venus y es la propia pintora quien está presente. Es una mujer fuerte, con carácter. Una mujer dedicada a las artes, que ha de "guerrear" en un mundo eminentemente masculino. Una mujer de carácter y guerrera. Pero también una mujer dulce. Una persona compleja al fin y al cabo.

1 comentario:

  1. Me encanta cómo nos lo cuentas, ¡enhorabuena! Tu interpretación del cuadro de esta pintora es realmente curioso e interesante :)

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